Confirman que expolicía manipuló cuadernos en investigación
El juez Marcelo Martínez de Giorgi tuvo que volver a enfrentar el caso de Bacigalupo, tras la decisión de la Cámara Federal de declarar una falta de mérito. Esta situación se remonta al 1° de abril de 2022, cuando Armando Roberto Loson presentó una denuncia sobre irregularidades en los procedimientos relacionados con los famosos cuadernos de la corrupción.
Bacigalupo había sido procesado anteriormente, pero su situación cambió cuando la Cámara decidiera revocar esa decisión. Sin embargo, tras nuevas pruebas, el juez volvió a procesarlo. Los peritajes grafoscópicos y lingüísticos confirmaron que hubo una manipulación deliberada de documentos, diseñada para favorecer a un tercero y perjudicar a Loson, quien es empresario y está imputado en el caso.
La investigación sobre la manipulación de los “cuadernos de la corrupción” ha cobrado fuerza nuevamente con este reciente procesamiento.
Pruebas de adulteración
Después de realizar múltiples peritajes, se llegó a la conclusión de que Bacigalupo fue quien adulteró anotaciones importantes en los cuadernos de Oscar Centeno. La resolución que firmó el juez el 13 de noviembre reveló que se hicieron cambios en los cuadernos N° 4 y N° 7, donde se reemplazaron nombres, se alteraron direcciones y se reescribieron fragmentos cruciales que luego sirvieron como prueba en la causa principal, la N° 9608/18.
Este tipo de modificaciones no fueron al azar, sino parte de un plan para “ayudar a alguien a eludir la investigación”, mientras se intentaba incriminar a Armando Loson en reuniones en las que, al parecer, no estuvo presente. Por ejemplo, se encontraron reemplazos como el cambio del nombre “Marcelo” por “Armando” y alteraciones en direcciones.
El análisis forense
Todos los peritos, tanto los de la acusación como los de la defensa, coincidieron en que las escrituras en cuestión pertenecen a Bacigalupo y no provienen de Centeno. Un análisis del Tribunal Oral Federal N° 7 confirmó que las anotaciones manipuladas presentan un estilo diferente al de Centeno, indicando que Bacigalupo tuvo un rol activo en la adulteración.
Planificación en la escritura
Un estudio lingüístico realizado por especialistas de la Universidad de Buenos Aires apuntó que los cuadernos de 2013 y 2015 muestran una uniformidad inusual, lo que sugiere que no se trataron de registros hechos día a día. En cambio, se trate de un texto elaborado en diferentes etapas con un propósito específico. Se detectaron tachaduras, correcciones y sustituciones de nombres, lo que demuestra que hubo intervención de varias personas en la escritura.
La maniobra de ocultamiento
Para el juez, las acciones de Bacigalupo fueron intencionales. Se buscó favorecer a uno o más individuos y desviar la atención hacia Loson. Esto se traduce en encubrimiento agravado y falsificación de documentos, dado que las alteraciones eran parte de un plan para desviar la investigación principal. El juez destacó que la intervención de Bacigalupo estaba diseñada para ayudar a un tercero a esquivar la justicia.
Un nuevo giro en la causa
La causa principal, identificada como N° 9608/18, está en juicio en el Tribunal Oral Federal N° 7 y se relaciona con una investigación por presunta defraudación en la importación de GNL. El juzgado mencionó que la manipulación revele posibles nuevas hipótesis delictivas y otros implicados cuya identificación podría requerir más investigación.
Con este procesamiento, el caso sobre la adulteración de los cuadernos suma un nuevo capítulo y reorganiza las responsabilidades. Bacigalupo fue procesado sin prisión preventiva, se estableció un embargo de 150 millones de pesos y se le prohibió la salida del país.